Tomado de elfaro.net
Marisol Argueta de Barillas advirtió a un tanque de pensamiento de extrema derecha en Washington que un eventual triunfo de la izquierda salvadoreña amenaza la seguridad de Estados Unidos. La ministra argumentó que dirigentes del FMLN tienen vínculos con ETA y las FARC, y aunque es la jefa de la diplomacia de El Salvador, no dudó en criticar a Honduras por adherirse al ALBA.
Daniel Valencia
cartas@elfaro.net
“El partido de la oposición es un remanente ortodoxo de la guerrilla. Algunos de los miembros de su liderazgo han estado muy vinculados a ETA y a las FARC. Perder El Salvador será una pérdida para la seguridad y los intereses nacionales tanto de El Salvador como de Estados Unidos”. Estas palabras son parte de un discurso ofrecido por la ministra de Relaciones Exteriores de El Salvador, Marisol Argueta de Barillas, en una conferencia organizada por el American Enterprise Institute, en Washington, D.C.
La ministra aprovechó la semana antepasada una gira oficial por Estados Unidos para hacer campaña en contra del FMLN y prácticamente pedir la intervención de ese país en los asuntos salvadoreños, ante las posibilidades de que el FMLN gane la elección presidencial de 2009, lo que consideró un peligro común para ambas naciones.
La conferencia, celebrada el 18 de septiembre, fue presentada por el ex Secretario de Estado adjunto para América Latina, Roger Noriega, quien en 2004 llegó a El Salvador a advertir del peligro del recorte de las remesas de salvadoreños si el entonces candidato presidencial del FMLN, Schafik Hándal, ganaba la contienda.
Noriega es ahora miembro del AEI, un organismo neoconservador estadounidense y del que se han alimentado las políticas del gobierno del presidente George W. Bush.
“Estados Unidos necesita involucrarse más en la región. Los estadounidenses necesitan poner mayor atención a lo que sucede en América Latina. Los enemigos se están agrupando y fortaleciendo. Como usted dijo, embajador (Roger) Noriega, los aliados cada vez son menos”, dijo Argueta de Barillas, en su ponencia titulada “El reto de las sociedades democráticas en las Américas”, que está disponible al público en la página principal del instituto.
Las palabras de la ministra parecen a tono con las que el presidente de la República, Antonio Saca, expresó el jueves pasado ante los empresarios congregados en el Encuentro Empresarial organizado por la ANEP. En esa ocasión, Saca pidió a los empleadores que hablen con sus trabajadores para intentar convencerlos de que es un peligro votar por el FMLN.
El gancho persuasivo de la ministra se encaminó hacia la tesis de que si peligra que Arena pierda la elección el 15 de marzo de 2009 ante el FMLN, eso supone un peligro automático para la seguridad de Estados Unidos.
“En particular, Estados Unidos necesita poner más atención en lo que está pasando en El Salvador y a las resultantes consecuencias geopolíticas y nacionales… Perder El Salvador será una pérdida para la seguridad y los intereses nacionales tanto de El Salvador como de Estados Unidos”, agregó la funcionaria salvadoreña.
Argueta de Barillas viajó a la capital estadounidense a mediados de septiembre “con el objetivo de reunirse con funcionarios del gobierno estadounidense, del BID y la OEA, para conversar sobre temas de la agenda internacional de El Salvador”, según informó cancillería el miércoles 17.
Un día después, la ministra modificó su agenda para visitar en Washington la sede central del AEI, institución que nació en 1943, y que entre su líderes cuenta con el vicepresidente Dick Cheney y el ex presidente Gerald Ford; la esposa de Cheney, Lynne; la hija de ambos, Elisabeth; David Frum (ex redactor de los discursos de George W. Bush), Newt Gingrich (ex presidente de la Cámara de Representantes), Jeane Kirkpatrick (embajadora en Ginebra) y Richard Perle (ex consejero del Departamento de Defensa).
Perle es miembro del círculo íntimo de George W. Bush junto a Cheney, el ex Secretario de Defensa Donald Rumsfeld y el ex subsecretario Paul Wolfowitz, considerados los creadores del pensamiento neorrepublicano, una combinación de política empresarial con gran influencia religiosa.
La relación entre el gobierno republicano de Bush y el AEI quedó sellada el 26 de febrero de 2003, cuando el presidente norteamericano escogió la cena de gala anual del instituto para revelar su programa de invasión a Iraq y la creación de una zona de libre intercambio en el Medio Oriente.
Un conocido discurso
La actividad en la que participó la canciller, y en la que también hablaron el ex embajador de Bolivia en Estados Unidos, Jaime Aparicio, y Javier El-Hage, de Human Rights Foundation, fue moderado por un viejo conocido ex funcionario de la Casa Blanca que recorrió el istmo centroamericano previniendo de los triunfos electorales de la izquierda: el ex secretario Roger Noriega. En una alocución al final de la ponencia de Argueta de Barillas, él dijo: “Aquellos de nosotros que no piensen que las elecciones tienen consecuencias y que podremos trabajar con quien resulte electo, debería captar claramente la realidad, que la base de operaciones de Comalapa no es algo que el FMLN apoyaría”.
Noriega casi utilizó las mismas palabras que expresó a principios de 2004, cuando llegó a El Salvador a reunirse con todos los candidatos a la presidencia menos con Schafik Hándal. El entonces subsecretario de Estado para asuntos hemisféricos, aunque con declaraciones más matizadas que las de su antecesor, Otto Reich –y que la ex embajadora en El Salvador Rose Likins- dejó entrever que las relaciones con El Salvador se perjudicarían si ganaba el FMLN en las presidenciales de ese año.
Pero hace dos semanas, en el AEI, Noriega no tuvo necesidad de agregar más, pues la canciller continuó con su discurso. “Las elecciones legislativas y presidenciales de 2009 serán cruciales. Si el poder llega a las manos equivocadas, El Salvador puede fácilmente convertirse en el siguiente fallo del populismo en la región. Espero que esto no suceda”, dijo Argueta.
“Estados Unidos debe tomar en serio los riesgos y amenazas a su seguridad que viene de una ola de líderes antidemocráticos cuyo único interés es provocar y dañar la imagen de Estados Unidos en la región y el mundo. Una política exterior de Estados Unidos hacia la región debe ser revisada a la luz de los sentimientos antiamericanos y la instalación de un cada vez mayor número de gobiernos antiamericanos en este patio trasero”, concluyó la funcionaria.
Aunque es la titular de la diplomacia de El Salvador, Argueta de Barillas no tuvo problema en lanzar críticas a algunas de las decisiones recientes de los gobiernos de países vecinos. “Estamos decepcionados y preocupados por la decisión de Honduras (de incorporarse al ALBA), Guatemala probablemente seguirá ese camino y Costa Rica lo está estudiando… Hay endeudamientos a largo plazo en el pago del petróleo a precios bajos. Estamos tratando de prevenir la disolución del sistema de integración centroamericano por la intervención de países fuera de Centroamérica”, dijo.
Luego de la ponencia, la canciller se reunió con la Secretaria de Estado Condolezza Rice. Por la mañana, antes de su intervención en el AEI, Argueta de Barillas se reunió con el secretario general de la OEA, Miguel Insulza y le hizo entrega de una invitación del gobierno de El Salvador para que la OEA observe las elecciones.
Al igual que Saca en El Salvador, Argueta de Barillas calificó como un éxito las relaciones entre Estados Unidos y El Salvador y agradeció por la ampliación del TPS por 18 meses más, que beneficiará a más de 230 mil salvadoreños en ese país.
Las declaraciones de la canciller contrastan con el mensaje que dos emisarios de alto nivel trajeron desde Washington hace unos meses. El Reporte Estratégico de El Faro publicado en julio menciona que en junio de este año el subsecretario de Estado John D. Negroponte, y el subsecretario para Asuntos Hemisféricos, Thomas Shannon, “traían dos mensajes distintos. Uno público, referente a la promoción del Plan Mérida para combatir el narcotráfico; y uno privado, que expresaron claramente en pasillos gubernamentales y ante empresarios privados.”
Tanto Shannon como Negroponte recordaron a quien les preguntó en esa ocasión que Estados Unidos apoya la democracia, y que la democracia implica asumir que cualquier partido que gane el voto popular es el legítimo gobernante de un país, en clara alusión al FMLN.
Oposición reacciona
El viernes 26 por la tarde, luego de conocer la alocución de Argueta de Barillas, tres diputados de oposición, miembros de la Comisión de Relaciones Exteriores del parlamento, manifestaron su descontento por lo que consideraron “un atentado” y “una burla” para las relaciones diplomáticas de El Salvador y para la relación entre los pueblos de ambas naciones.
“Nos causan extrañeza esas declaraciones porque pensábamos que Marisol podía desempeñarse como una funcionaria diplomática de carrera. Con ese tipo de declaraciones ha puesto en evidencia que ella es una funcionaria más del partido Arena, no sólo desde el punto de vista orgánico, sino desde el punto de vista ideológico; pues demuestra que abriga las ideologías que aún prevalecen en los sectores más reaccionarios del partido”, dijo Hugo Martínez, uno de los voceros del FMLN para temas internacionales.
El ex canciller y diputado de Cambio Democrático Héctor Dada comparó el discurso de Barillas con el discurso que el presidente Antonio Saca pronunció la semana pasada ante los empresarios en el Enade 2008. “Me parece irresponsable que desde el puesto de canciller se digan cosas que parecen slogan de campaña electoral. No se vale que se sigan utilizando los puestos públicos para estar haciendo la campaña de Rodrigo Ávila”, dijo el dirigente político.
El artículo 218 de la Constitución establece una prohibición a los funcionarios, con el fin de que no se aprovechen de sus cargos para favorecer a un partido político. “Los funcionarios y empleados públicos están al servicio del Estado y no de una fracción política determinada. No podrán prevalerse de sus cargos para hacer política partidista. El que lo haga será sancionado de conformidad con la ley”.
Orlando Arévalo, diputado del PCN en la comisión, agregó que aún cuando algunos sectores de la derecha del país “puedan llegar a compartir” los temores ante un posible triunfo del FMLN en las presidenciales el próximo año, considera que la canciller ha dañado la imagen del país con su alocución. “Eso es negativo para el país, para la democracia, porque eso configura a Arena como un partido dictatorial, que no está dispuesto a respetar la voluntad popular, sino que quiere mantenerse a cualquier costo en el poder. Quererle meter hasta miedo a Estados Unidos me parece que es quererle tomar el pelo a los norteamericanos”, dijo.
El Faro consultó al ex canciller de El Salvador, ex negociador del Acuerdo de Paz, y actual secretario de actas del partido Arena, Óscar Santamaría, para que sentara una postura respecto a las declaraciones de Argueta de Barillas, pero este se excusó diciendo que necesitaba “hacer un análisis exhaustivo” de lo planteado por la funcionaria antes de emitir una opinión.
De parte de la oficina de prensa del Ministerio de Relaciones Exteriores se informó que hasta esta semana la Canciller podría dar declaraciones sobre las palabras que fue a pronunciar a Washington. En la página del Ministerio de Relaciones Exteriores, su participación en la AEI se resume en un párrafo: “la Canciller fue la oradora principal en un foro organizado por la American Entrerprise Institute (Instituto Empresarial Americano) fundación reconocida en Washington, en este cónclave la Canciller expuso sobre la democracia en América Latina. Hubo una buena participación del sector académico, privado y del congreso. En ese marco, se hizo un reconocimiento a El Salvador y al potencial de las relaciones que está interesado en desarrollar”.
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2 comentarios:
pongan este video
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