El pasado jueves 6 de marzo la/os miembros del Comité por el Cambio en El Salvador. México, asistimos a la concentración frente a la Embajada de Colombia para condenar los crímenes cometidos por el Estado y los grupos paramilitares contra cientos de ciudadanos/as de ese país. Nos solidarizamos con todo/as los/as colombiano/as que luchan porque se logre la paz, la justicia y la igualdad, y hacemos un llamado a condenar las políticas autoritarias, criminales y excluyentes de Álvaro Uribe y su gobierno.
Hemos visto con creciente preocupación cómo el fanático discursos anti-FARC, orquestado por Uribe con el apoyo de los medios de comunicación oficiales, insiste en simplificar la complejidad del conflicto colombiano, pretendiendo reducir la cantidad y gravedad de los problemas en Colombia a la guerrilla, creando una cortina de humo en torno a los comprobados nexos de Uribe y su gente con el paramilitarismo y el narcotráfico.
El proyecto uribista es el proyecto de la guerra, la destrucción, la perpetuación de la fragmentación de Colombia, la impunidad para el paramilitarismo, la desestabilización de la región, la intolerancia y el odio entre coterráneos.
Ese 6 de marzo nos manifestamos contra la ceguera, la injusticia social, la destrucción y la muerte, a favor del cese a la violencia, por el Acuerdo Humanitario, por la salida negociada al conflicto, por la voluntad de reconciliación y conciencia de sí, de un pueblo que se desangra. Nos manifestamos a favor de la vida en ese hermoso -tan lleno de vida- como es Colombia.
Hemos visto con creciente preocupación cómo el fanático discursos anti-FARC, orquestado por Uribe con el apoyo de los medios de comunicación oficiales, insiste en simplificar la complejidad del conflicto colombiano, pretendiendo reducir la cantidad y gravedad de los problemas en Colombia a la guerrilla, creando una cortina de humo en torno a los comprobados nexos de Uribe y su gente con el paramilitarismo y el narcotráfico.
El proyecto uribista es el proyecto de la guerra, la destrucción, la perpetuación de la fragmentación de Colombia, la impunidad para el paramilitarismo, la desestabilización de la región, la intolerancia y el odio entre coterráneos.
Ese 6 de marzo nos manifestamos contra la ceguera, la injusticia social, la destrucción y la muerte, a favor del cese a la violencia, por el Acuerdo Humanitario, por la salida negociada al conflicto, por la voluntad de reconciliación y conciencia de sí, de un pueblo que se desangra. Nos manifestamos a favor de la vida en ese hermoso -tan lleno de vida- como es Colombia.
1 comentario:
Hola soy Emiliano Balerini Casal, de la maestría en Estudios Latinoamericanos de la UNAM. La razón por la que les escribo es para felicitarlo, pues desde hace muchos años -mediados de la década de 1990- no se hacía un trabajo como este para difundir información sobre El Salvador. Además, porque para aquellos que tenemos una historia pendiente con Centroamérica, nos ayuda a entender qué pasa en ese rinconcito del subcontinente tan lindo y al cual, por lo menos yo, nunca regresé.
También quiero saber cómo puedo colaborar con ustedes, pues estoy muy interesado.
Les mando un abrazo solidario, militante y honesto, desde algún lugar de la Ciudad de México, esperando poder conocerlos a todos pronto.
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