Los medios de comunicación en la coyuntura política

Iván C. Montecinos

Sin lugar a dudas los medios de comunicación juegan un papel muy importante en los procesos políticos de los pueblos y eso debería ser una buena herramienta que contribuya a la democratización de la sociedad. Hasta hace unos pocos años era difícil pensar que las campañas políticas para su desarrollo tendrían como escenario principal la televisión, radio y prensa escrita.

Esta importancia real que tienen los medios de comunicación debería ser utilizada para potenciar el profesionalismo basado en la objetividad y la ética periodística; pero, lamentablemente, este no es el caso en nuestro país, donde para nadie es desconocido que la mayoría de medios, y algunos periodistas, por diversas razones tienen afinidad y/o compromisos con el gobierno y su partido político, lo que les lleva en muchas ocasiones a perder los buenos valores que dignifican una profesión tan enaltecedora.

La semana recién pasada uno de los consorcios televisivos desarrolló un interesante foro abierto denominado “Espacio 2008, Centroamérica Caribe”. Los protagonistas fueron jóvenes estudiantes de los diferentes países de la región y se discutieron algunos temas relacionados a las comunicaciones y la política, entre los expositores estuvieron dirigentes de partidos, empresarios de medios y periodistas.

Cuando en ese foro se trató sobre el papel de los medios de comunicación llamó la atención la clara posición tomada por algunos estudiantes en cuanto al cuestionamiento que hicieron basados en preguntas un tanto espinosas para los expositores, como cuando alguien cuestionó la tolerancia de su canal con relación a la campaña sucia, ante esta engorrosa pregunta el director de TCS, se percibió perturbado y simplemente se limitó a decir que ellos se atenían a respetar las leyes y para tratar de obviar la pregunta se refirió a que un periodista mexicano le había explicado la diferencia entre campaña sucia y negativa. En pocas palabras, no dijo nada.

Lo mismo ocurrió cuando otro “atrevido” estudiante se dirigió al ejecutivo de El Diario de Hoy, cuestionando la publicación en ese medio, de un tendencioso y grosero editorial donde permanentemente se irrespeta y ultraja con epítetos denigrantes a políticos opositores y gobernantes de otros países. En este caso la actitud del representante del matutino fue la de justificar esa situación aduciendo que ellos tienen editorialistas de todas las tendencias y que en su medio, que es de derecha, se le permitía escribir hasta ex guerrilleros como Joaquín Villalobos. Esto si que fue digno de risa, cómo no se les va a permitir escribir en ese medio a la caterva de izquierdistas arrepentidos, si hoy son abanderados de la derecha y comparten el pensamiento del editorialista y dueño del periódico.

A propósito de estos cuestionables editoriales, vale la pena comentar el publicado por ese periódico derechista el pasado jueves 13 de noviembre, titulado “Violencia e intimidaciones ante una pasiva derecha”. En dicho artículo el responsable comienza por quejarse de la “porquería que vierten en «blogs» y portales de la Internet”, como si el susodicho no utilizara iguales o peores argumentos. El que siembra vientos, cosecha tempestades.

Seguidamente habla de los comunistas que ensucian la imagen del gobierno y de los grupos de “derechos humanos” que han presentado acusaciones en España contra el ex presidente Cristiani y varios militares, “por una supuesta autoría intelectual en la muerte de los jesuitas de la UCA”. Con relación a este caso vale decir, que los medios de mayor circulación y audiencia del país, en una actitud nada profesional y con ánimos de no empañar la campaña política del partido de gobierno, han tratado de minimizar esta noticia que ha sido publicada ampliamente en importantes periódicos del mundo.

Pero, la intencionalidad del editorial que se cuestiona va más allá, cuando el editorialistas, en su desvarío, hace el siguiente reclamo: “Es grave que la derecha, que incluye al partido de gobierno, al PDC y PCN, sector productivo, grupos ciudadanos y personas, no denuncien ante la población con fuerza y elocuencia lo que proyectan perpetuar los comunistas”. Realmente, las apreciaciones y reclamos del editorialista rayan en la moral y la tolerancia, hasta llegar al grado de señalar a la derecha y el gobierno diciendo que tienen “El síndrome de Madre Teresa”. ¿Qué pretende este señor? Acaso que la derecha utilice los argumentos de la guerra sucia, como lo hicieron durante el pasado conflicto, donde se obtuvieron resultados fatales. Es claro que este editorial es una abierta incitación a la violencia.

Fresca está en la memoria de aquellos que vivimos la época del conflicto, cuando en los periódicos derechistas, a diario aparecían sendos comunicados responsabilizados por agrupaciones fantasmas o inexistentes personas donde “denunciaban fuertemente” a Monseñor Romero, sacerdotes jesuitas y opositores, las consecuencias trágicas están plasmadas en la triste historia de este país. ¿Es esto a lo que quiere regresar este brillante editorialista?

Por otra parte, el pasado jueves, en un programa televisivo de opinión, varios periodistas discutieron y exteriorizaron su temor por el giro violento que puede tomar la campaña política de cara a las próximas elecciones, mientras unos eran negativos y hacían vaticinios apocalípticos, otros eran más cautelosos aduciendo que la ciudadanía va delante de la campaña sucia.

Parte del espacio del programa fue aprovechado por un emotivo periodista derechista, quien denunció a un dirigente político de la izquierda de haberlo señalado como promotor de campaña sucia y al referirse a esto eufóricamente dijo: “no podés andar por la vida irrespetando el honor de la gente”. Sobre esto vale la pena reflexionar que muchos periodistas hacen exactamente lo mismo que se critica, ya que de la manera más impune atacan, difaman e irrespetan la moral de las personas amparados en su condición de trabajar para una poderosa empresa mediática. Aquí se aplica el refrán “el que para el cielo escupe, en la cara le cae”.

Bueno sería que los diversos medios de comunicación del país tomaran el ejemplo de algunos importantes periódicos norteamericanos que en la reciente campaña electoral, públicamente declararon su preferencia por el candidato demócrata, el Senador Obama; pero eso no los hizo perder el rumbo de ser rotativos serios, objetivos y ante todo profesionales, no se pusieron la chaqueta de activistas como aquí algunos lo están haciendo desde hace mucho tiempo.

“Y ahora escribe” Iván C. Montecinos, periodista y articulista para Diario Co Latino y Raíces.